Agradecimiento especial a Carolina Davell por
ser mi editora con esta primera historia, dedicado a mi querido Fernando
Larroza por su apoyo incondicional, y a todas mis amigas del fujoshi grup por
tanta buena onda.
Este libro contiene algunas escenas sexuales
explicitas hombre x hombre y lenguaje adulto que podria ser considerado ofensivo para algunos
lectores.
No recomendado para menores de edad.
COMO PERRO Y LOBO
Historia
corta
Trato de huir, y
no puedo evitarlo, me siento acorralado al cerrarse las puertas, tras de mí, y
las personas se apretujan con tanta fuerza, que logro sentir cada contorno de
su trabajado cuerpo contra el mío. Dios
ayúdame.
─Deja
de seguirme, maldito bastardo ─gruñí
entre dientes como si fuera un perro “irónico
porque él siempre me llama así”. Estaba preso contra una de las paredes del
tren, odio olvidar las horas pico.
─No
hasta que me digas porque diablos me golpeaste…conste que esta vez ni siquiera
te he molestado, fue de gratis perro –dijo rabiando por que aún sentía el
puñetazo que me dejo de rodillas frente a este nerd de cuarta. No lo entiendo,
enserio, lo único que hice fue entrar al salón a recoger mis cosas para ir a mi
limosina, pero no me di cuenta de que este chico venia tras de mí y realmente y
por primera vez vi en su mirada la furia que me quemó, lo último que pude
recordar y sentir fue un terrible dolor que me dejo de rodillas, y el rubio
cabello saliendo con prisa del salón.
Lo
seguí con dificultad y pude ver como entraba en la atestada estación de trenes.
Sin pensar el porque entré en este infierno tras él, fue el dolor y la furia
mezclada lo que me hizo hacer esta locura, no lo sé.
Otro
empujón que hizo que se rozaran de nuevo, esta vez el alto, castaño y bronceado
chico, colocó ambas manos a cada lado de la cabeza del más bajo, evitando
aplastarlo con su cuerpo, aunque solo fue la parte superior, pues sus partes
bajas quedaban pegadas uno contra el otro, el chico rubio lo miró con grandes
ojos dorados ocultos tras un mechón de cabellos que le Caían con gracia en los
ojos, y sentía su rostro calentarse
─No…
tengo porque darte explicaciones, Wolf ─trate de sonar firme y aun
furioso escupiendo su apellido como insulto, aunque en la situación que nos
encontrábamos era imposible para mi, los empujones hacían nuestros cuerpos
rozarse y cada vez acercarse mas y mas, temía que mi cuerpo me traicionara
reaccionando ante esto, estábamos casi pegados.
─Claro
que tienes que dármelas Carter ─recordaba
perfectamente su apellido, pero estaba molesto ahora, con los empujones y tanta
rozadera mi parte baja comenzaba a despertar, trate de controlarme, sabia que
si esto continuaba Carter lo notaria en pocos segundos, segunda humillación
ante este chico de increíbles ojos dorados
─Mira
─bufé─.
No estoy en mi mejor semana, por desgracia, estabas en el lugar incorrecto en
el peor momento, necesitaba desahogarme de alguna manera, sabia que si te daba
tiempo terminarías insultándome y tratando de humillarme como siempre lo haces,
y no estaba para tus estupideces ─observaba el rostro entre
confuso y enfadado de Wolf, pero repentinamente algo me dejó sorprendido
─Eso
es lo más absurdo… que he oído en… mi vida ─sentía el sudor frió recorrer mi
espina y el rostro calentarse rápidamente, no pude aguantar los ojos escrutadores
de Carter, desvié el rostro para otro lado, cerrando mis ojos, sentía mi
polla adolorida atrapada en mis
pantalones ajustados.
¿Qué pasaba?...con
sorpresa noté que algo muy duro y grande punzar contra mi vientre, ví los ojos
cerrados de Wolf, su rostro sudado y adolorido, no pude evitar el pinchazo de
preocupación por el hombre más alto frente a mí.
─Wolf…─murmuré,
cuando alguien lo empujó más y su cuerpo se pegó por completo cubriendo mi
cuerpo, Dios, esto no era parte de mi alocada imaginación, la dureza era muy
real, su rostro dolorido me nubló la mente repentinamente.
Sin pensármelo dos
veces, observé que en la posición en que nos encontrábamos él me cubría de las
miradas con ayuda de su chaqueta larga que le llegaba hasta la rodilla, no sé
en que estaba pensando o simplemente dejé de pensar, solo actué por reflejo,
deslicé la mano por la dura e inesperada erección del hombre, vi sus ojos
abrirse con sorpresa al instante de sentir mi caricia, sin embargo no emitió
ninguna sonido ni me apartó, tal vez era porque si lo hacía atraería miradas
sobre nosotros y conocía lo orgulloso que era, no soportaría esa humillación,
volví a repetir la acción. Y un gesto muy sexy me sorprendió, Wolf se mordió el
labio inferior y apoyó la frente contra mi cabeza.
─Mmmg…─jadeé sin querer
el acto de Carter me tomó por sorpresa, me sentí perdido ante las caricias de
la pequeña e increíblemente suaves manos de Carter, me sentía perdido
disfrutando de lo que me hacia, me pareció tan correcto.
La mano deslizó el
zipper, con avidez los dedos se adentraron adueñándose del palpitante miembro,
caliente sedoso, húmedo y grueso, se tragó un jadeo, mientras Wolf se dejaba
tocar, con el ritmo duro y erótico que le imponía
─No…muevas
las caderas ─murmuré,
apoyando una mano en la cadera de Wolf parando su repentino movimiento, escuché
un gruñido frustrado y sonreí, era increíble lo que esto me hacia sentir tener
este poder sobre el chico más popular de la universidad, tenerlo a mi merced
con solo el ligero toque de mis dedos, era una experiencia increíble, mi cuerpo
lo disfrutaba aunque también sentía a mi dura polla contra su muslo.
─mal…mal…dito
─logré
susurrar, colocando la cabeza sobre sus hombros, girando hacia su rostro, que
veía de un dulce escarlata, pero lo que me perdió fue ver esos ojos dorados
brillantes tragados por el negro de las pupilas, eran como un eclipse solar,
trague duro, mientras trataba de respirar, era la primera vez que me pasaba
esto, y para ser honesto no me desagradaba en lo absoluto, se sentía terriblemente
bien, otro gemido intentó escapar de mi boca pero me mordí fuertemente
─Te
vas a lastimar ─le
dije al ver que un hilillo de sangre corría por esos carnosos y tentadores
labios─.
Muerde mi hombro si quieres─.
Ok, oficialmente ya me había vuelto loco, ya lo sabia, pero porque rayos dije
eso, no lo entiendo?
─Car…ter
─no
podía más, clavé con saña los dientes en el lugar en que cuello y hombro se
unían, aceptando su oferta con ansia mal reprimida, escuché un bajo bufido,
pero no pude pensar mucho en eso, las sensaciones eran demasiadas cosas que
nunca sentí con nadie, me inundaban, apreté los dientes con fuerza, me
escuchaba jadear y respirar des compasadamente una de mis manos bajo hasta la
espalda de Carter y acune una de sus redondas y duras nalgas, le clave las
uñas, lo había tomado por sorpresa, lo sabia lo había escuchado lanzar un
gritito ahogado.
─Duele
─gruñí,
con el dolor en el hombro y las uñas en mi trasero, sentí algo explotar en mi
cerebro, jadeé quedamente, Wolf pareció no escucharme, su rostro escondido no
me dejaban ver su expresión, sus jadeos eran profusos y descompasados, sabia
que estaba a punto de terminar.
─Aaaghh…─gemí tan
quedamente como podía, mi mente se fue al cielo y volvía con demasiada
lentitud, saque mi rostro de mi escondite─. Car…
─Shhhh ─me
sentía extraño y excitado, al punto de que mi cerebro no coordinaba mis
palabras, saqué mi pañuelo y lo limpié rápidamente, acomodé de vuelta su polla
en sus ajustados pantalones, tomé un gran respiro y pude percibir ese delicioso
aroma tan propio de Wolf, mezclado con el semen y el sudor, Dios, era tan
excitante, levante la mirada y por primera vez ví algo en sus ojos, abrí la
boca para decir algo, pero la intensidad de su mirada me sobrepaso por completo─.
Yo…
─QUE
TENGAN UN BUEN DIA, SEÑORES PASAJEROS
El tren se había
detenido y nos dejó salir entre una avalancha de personas apresuradas.
Lo primero que me
vino a la mente fue “CORRE” no puedo creer que le hubiera hecho una paja a
Wolf, seguro que al momento que reaccione, querrá matarme, había tanta gente
que era imposible moverse rápidamente, repentinamente una banda de acero muy
ajustada sostuvo mi brazo y me jaló con tanta fuerza que casi caigo, pero fui
sostenido contra algo duro y caliente, mire con precaución y quede congelado al
ver esos ojos azules medianoche con un tinte asesino en ellos, me encogí y
trate de escapar de nuevo, pero me apretó con mas fuerza que antes.
─suéltame
idiota ricachón ─por
fin pude emitir un leve grito frustrado, por toda respuesta me miró con sus
fríos ojos, el corazón se me encogió y subió a mi garganta cerrándomela, lo vi
sostener su teléfono celular contra su oído
─Albert,
te espero en un minuto fuera de la estación de trenes del sur ─dije molesto─. Estoy a una
cuadra de usted señor ─pude
oír la voz de mi viejo chofer─.
De acuerdo ─colgué
y arrastre a Carter junto a mi cuerpo que de inmediato reaccionó a su cercanía,
saliendo de la estación vi mi limosina al otro lado de la calle, camine con
prisa hasta el, cuando abrí la puerta Carter parecía renuente a entrar en ella─. Si no entras te
despedazaré aquí mismo y sin piedad ─dije con la voz mas fría que podía
pues a ver su rostro desencajado por el repentino susto, el pecho se me oprimió
sacándome el aire de pronto, no quería ver eso en sus ojos, no ahora, de
repente escuche un bajo gruñido
─Como
si te tuviera miedo ─dije
falsamente seguro, pues me estaba muriendo del susto, él era mucho mas grande
que yo y su expresión era aterradora en este momento, pero que haría conmigo,
en mi mente cruzaba miles de ideas todas con un final en la que veía mi propia
tumba ─glup─
tragué duro y entré temeroso sentándome lo más lejos que podía de Wolf,
mientras este ocupaba su asiento
─A
casa Albert ─con
una mirada evite que mi presa rezongara, oh si, se había vuelto una de mis
presas hace mucho pero él solito vino a mi y no escaparía esta vez, no con lo
que me hizo sentir hace un momento, lo mire de reojo, estaba pálido y nervioso,
no quería eso, suspire tratando de enfriarme─ ¿Por qué hiciste eso?
Eso me tomo por
sorpresa, voltee a mirarlo con precaución, su rostro tenia una fría expresión
pero sin la mirada asesina de hace un rato─. Yo...─que
diría que quería aliviarle de algún modo, que enloquecí al sentirlo tan cerca
como nunca pude tenerlo, que su aroma me nublo la mente─.
Yo…no…sé ─¿por
qué demonios tartamudeo?, claro que se porque lo hice
─¿Eres
gay? ─nunca
se me dio dar rodeos, y tenia que saberlo ya, aunque por lo que hizo era más
que obvio.
─Óyeme!!
─eso
me molesto, claro que lo era pero no se lo diría así como así, porque demonios tenía
que ser tan directo─.
No ─dije
entre dientes furioso.
─¿Entonces
por qué me masturbaste? ─su
nerviosismo se acentuó y su forma de ser mas rara que nunca, lo había notado
hace semanas, pero esto iba mucho mas allá, claro que era gay, tenia que
sacarle la verdad como sea, aunque no hablaba─ ¿Por qué me golpeaste hace
rato? ─cambié
la pregunta─
Haré cualquier cosa por saber que estaba pasando.
─No…voy
a decírtelo ─giré
el rostro ardiente, pero repentinamente algo me tumbo en el amplio asiento de
la limosina, al levantar la vista me tope con las tormentas azules y una
expresión que no podía descifrar─.
Wolf ─jadeé.
─Conozco
maneras de obligarte a decirme la verdad, ¿sabias? ─sostuve sus manos
por encima de su cabeza con una mano─. Y tengo un método de persuasión
perfecto y efectivo para ti ─me
acerqué y susurré en su oído con sensualidad─ ¿Quieres probar?
─Deja
de… jugar maldito bastardo ─me
había puesto rojo de pies a cabeza pues sentía mi cuerpo entero arder, al
moverme para tratar de escapar, el roce entre nuestras pollas era electrizante,
opte por quedarme quieto─.
Ya suéltame, ¿no? ─comenzaba
a perder la paciencia.
─Contesta
lo que te pregunté y tal vez te suelte. Ian ─murmuré suavemente y me acerqué más
a su cuello podía sentir un suave olor a vainilla, que delicioso, retire un
poco el cuello de la camisa y pase la nariz contra ese aromático cuello.
─Suéltame…oyeee
─Dios,
aunque dijera eso deseaba con cada célula de mi ser que continuara, se sentía
demasiado bien─.
No…no Wolf─
jadeé tratando de reprimirme.
─No
qué, Ian? ─bajé
la mano y la introduje bajo su camisa, acariciando su suave y cálida piel─ ¿Por qué me
golpeaste, Ian, y por que hiciste eso en el tren? ─mi voz comenzaba a
sonar algo ronca a mis propios oídos, no pude más, acaricié con la lengua su
dulce y fino cuello, me estaba obsesionando con esa parte de él, con los dedos
atrapé uno de sus pezones ya endurecidos por la estimulante caricia, un bajo
gemido me sorprendió haciendo saltar a mi polla contra la suya ya despierta─. Dímelo─ volví al ataque
succionando su cuello justo donde lo había mordido antes, sin dejar de torturar
sus pezones, me moví rozándome contra su erección y sus gemidos me comenzaban a
enloquecer.
─Mal…dita
sea ─jadeé
entrecortadamente, las sensaciones eran demasiadas mi cuerpo era tremendamente
sensible y tantas caricias y roses me comenzaban a hacer perder el hilo de la
realidad─.
Wolf ─sus
manos y lengua hacían estragos en mi cuerpo, sentí como desabrochaba todos los
botones de mi camisa, ¡Dios! Esa lengua atrapando mi pezón, mi cuerpo entero tembló
a causa de esa caliente humedad, mi cordura se estaba yendo al demonio─.
Que clase… de per…suasión, es…esta─ me obligué a decir entre
jadeos y gemidos
─Persuasión
pasiva ─sonreí
ante el temblor de ese delicioso cuerpo─. Si quieres puedo ser mas activo ─su repentina
tensión me dijo que sabia de que hablaba.
Esos ojos
destilaban malicia y una promesa que me hacia temblar y desear que cumpliera su
amenaza
─Al
diablo… que lo harás!!─gruñí
tratando de tener algo de control sobre mi cuerpo traicionero, mire sus ojos de
pupilas dilatadas como en el tren y temblé, deseaba tanto a este bastardo que
dolía demasiado pero mas dolía lo que había visto en estas semanas, con lo que
quedaba de mi fuerza lo empuje para que saliera de encima mió, me arrellane
contra la puerta de la limosina
─Cuéntame
ya qué es lo que te sucede ─dije
con tono seco, me sentí frió por la perdida del calor de su cuerpo, y algo
dentro de mi tiraba para que lo volviera a tomar en mis brazos
─No
sé…cómo explicar lo que pasa ─dije
molesto, dude y me mordí el labio inferior
─Trata
de pensar cómo─
respiré profundo tratando de controlarme, ese gesto era demasiado sexy y apenas
pude contenerme de lanzarlo de vuelta al asiento y devorarlo lentamente.
─Es
todo tu culpa ─dije
finalmente, viendo en retrospectiva que todo esto paso por haber visto algo que
no debía.
─Explícate
Ian ─me
sentí acusado.
─Te
vi con esa chica, en el patio trasero, hace unos días, la rubia… Lisa creo que
es su nombre, tú y ella ─mi
rostro ardía con una mezcla de tristeza y furia─ . Ustedes estaba…haciendo… ─no
podía terminar, estaba sintiendo a mi sangre hervir dentro de mis venas─.
Ella te estaba haciendo sexo oral ─dije con voz mas fría de lo
que pensé, emociones me embargaron en ese momento todo tan contradictorio.
Molestia, excitación, furia, el reconocimiento de que me molestaba lo que Lisa
le hacia a Wolf, las noches que soñé que era yo el que se lo hacia a él, que
era yo el que estaba arrodillado frente a este bastardo, tomando su polla
caliente entre mis labios, tentando su ranura con mi lengua…siempre despertaba
mojado y excitado tremendamente─.
Te odio ─murmuré
con un gemido al verme incapaz de parar los recuerdos de mis sueños húmedos.
─¿Qué?
─me
quedé sorprendido, no podía ser que él me haya visto─. Demonios, Ian ─vi su ceño
fruncido y un tierno puchero en los labios, una sonrisa de reconocimiento me
asaltó─.
Entonces, ¿viste lo que Melisa y yo estábamos haciendo también? ─su expresión me lo
dijo todo, también me vio con la otra rubia─. Estabas allí espiándome… y
estabas celoso.
─Sigue
soñando engreído pervertido… ya tienes todo lo que querías, has que tu chofer
pare me iré a mi casa ahora ─me
irritaba pensar en las dos rubias descerebradas persiguiendo a Wolf, lo miré
con rabia y furia.
─Si
las miradas fueran cuchillas ─sonreí
definitivamente Ian estaba celoso─. Tú no te has dado cuenta, verdad?
─me
acerqué nuevamente tratando de tomarlo en mis brazos, pero aún estaba demasiado
enfadado conmigo
─¿De
qué? ─evité
sus manos golpeándolo con fuerza, aunque él sonrió, lancé un bufido molesto─.
Dime.
─Me
gusta una persona que no me hace caso─ confesé y eso pareció golpearlo profundamente─. He intentado
reemplazarlo con personas parecidas, pero no funciona ─oculté una risa al
verlo fruncir el ceño─.
No puedo reemplazar sus ojos únicos, su sonrisa, ese dulce aroma que me
enloquece.
─Que
afortunado, debe ser, si tienes que ser tan cobarde para no confesárselo y reemplazarla
por con pu… personas parecidas ─me
sentí tan herido, mi corazón dolía mucho, mis ojos picaba, volteé el rostro
mirando por la ventanilla.
─No
sé si lo sea o no, pero yo me considero afortunado pues accidentalmente vino a
mi hecho una furia y después hizo lo impensable por mí ─me acerqué con
cautela colocando mi mano en su mejilla haciendo que me viera─. Perdón, por ser
un idiota ─susurré
quedamente al ver esos ojos nublados por lágrimas mal contenidas─. Nunca volverá a
pasar, no sabia que me habías visto la primera vez, si lo hubiera sabido…─me mordí de nuevo
el labio─.
Perdóname Ian ─vi
sus lagrimas rodar, y mi corazón casi se salta varios latidos
─¿Por
qué…?¿Por qué? ─dolía
tanto y de alguna manera me sentía feliz de ser yo el que le gustaba.
─Te
quiero, y no sabía cómo acercarme a ti, siempre estabas a la defensiva conmigo,
llamándome de maneras despectivas, entonces empecé a actuar como tu, tratando
de ignorar lo que sentía por ti, ya que era más que obvio que no era reciproco
─Me
gustaste desde la primera vez que te vi ─confesé también─.
Pero tenía miedo, todas las mujeres estaban a tus pies y tú parecías tan en tu
elemento que renuncié, comencé a tratarte como a mi peor enemigo por el dolor
que me causaba verte con esas idiotas, pero lo de esta semana.
─Olvídalo,
nunca volverá a suceder, te lo juro Ian, no más mujeres que te reemplacen, no
más rubias tontas, solo tú ─
besé sus ojos tristes─,
Dios por favor perdóname, no quiero perderte ahora ─¿soné tan desesperado
como creo haber oído?, de pronto unos brazos a mi alrededor me sacaron de la
miseria en el que me estaba hundiendo por mis estupideces
─La
próxima ve directo a mí y no busques placebos para mí ─aun
estaba dolido pero lo quería, y no podía perder esta oportunidad que me estaba
dando el destino ─te
quiero también, bastardo engreído, paré su replica uniendo mi boca con la suya,
nunca creí sentir tan dulce emoción, me abracé con toda mis fuerzas a este
chico que me sacaba de mis casillas, pero que me enamoró completamente con sus
ojos de azul tormenta y su irresistible sonrisa.
─Te
amo y te deseo, cachorro imposible ─murmuré, y si era cierto, me
enamore perdidamente de este chico con brillante mirada de oro, su temeridad, y
cruda honestidad─.
Por cierto también soy gay.
Ambos
se miraron y rieron abrazándose y besándose de nuevo.
FIN
wow me ha encantado el corto, es intenso y te deja con ganas de más. Gracias
ResponderEliminarMuy bueno! gracias por compartirlo! y ya lo recomiendo <3
ResponderEliminarAñade para seguir tus publicaciones por mail y seguidores, besos y sigue adelante xD
GRACIAS POR COMPARTIR TUS HISTORIAS,LA VERDAD ES QUE ME HA GUSTADO Y SOY BASTANTE CRITICA...ESTARE AL TANTO DE TU BLOG Y POR SUPUESTO LO RECOMIENDO...
ResponderEliminarguau estuvo picante y eso que soy alergica a los condimentos genial gracias
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola, vengo del blog de Ely, me gusto mucho la historia, muchas gracias por compartirla :D
ResponderEliminarMuy buena historia, muchas gracias.
ResponderEliminarHermosa historia! muy tierna ^-^
ResponderEliminarGRACIAS XD
Holaaaa me encantoooo la historiaa pufff estuvo hott!!! gracias por compartirla con nosotras! me gustooo muchoo!!
ResponderEliminarbesoss!!!
Suerte en esta incursión literaria.
ResponderEliminarPreciosa historia, esperaré más con ansia. Gracias.
Lola.
Bien por ti y suerte en esta carrera.Te seguiré leyendo. Lola
ResponderEliminar